¿Cómo ha de ser la mesa de recepción de la oficina?

Decía Roland Barthes que lo importante no es lo que uno es, sino lo que aparenta ser. Esta analogía entre la esencia y la apariencia es importante porque alude a las imágenes, a la percepción que los demás se llevan de nosotros y a la marca que construimos en torno a ello. Trasladada esta comparación al ámbito de la oficina, es capital contar con el equipo adecuado, pero en la imagen de marca cuenta todo, incluso el mobiliario que elegimos para nuestro negocio.

El mismo comienza por la mesa de recepción de la oficina, si contamos con el suficiente espacio para tener una así como personal responsable de gestionarla. En este sentido, uno debe preguntarse: ¿cómo ha de ser la mesa de recepción de mi oficina para generar la imagen que deseo?

En primer lugar hay que focalizar el objetivo que se pretende transmitir, el cual es diversos pero que en la mayoría de las organizaciones coincide. Basta con pensar en seriedad, rigurosidad, profesionalidad y buen hacer para reflejar en nuestra mente aquella mesa de recepción que se adapta a nuestros propósitos.

A continuación, se debe determinar el presupuesto que la oficina está dispuesta a invertir en esta parte del mobiliario. Ello se debe a que existen tantos modelos como pensamientos tenemos en la cabeza y cada uno presenta un precio diferente, que estará condicionado por el diseño y el material empleado para ello.

De la misma manera, se debe pensar en el color de la mesa de recepción y tener muy presente cuáles son los efectos que generan los distintos colores y tonalidades en los visitantes y miembros de la organización. Así, se deberá elegir la mesa en función a las sensaciones positivas y neutrales que generen estos colores entre los receptores.

Finalmente, se debe cuidar la organización de la mesa de recepción, mostrando los documentos que en ella se quieran transmitir de manera ordenada y jerarquizada. Asimismo, si alguien se encuentra trabajando en ella, tal espacio debe estar preparado a conciencia y tener el menor número de elementos posibles a la vista de la gente.

La suma de todos estos criterios funcionará positivamente a la hora de generar una imagen positiva de la oficina. Y a la largo, ello se traducirá en ventas, por lo que es necesario tener muy presente la importancia que tiene el mobiliario de la oficina a la hora de alcanzar los objetivos que cada organización se proponga en este sentido.