Siempre que se pueda, es bueno que una empresa cuente con una sala de reuniones, tanto las de carácter interno entre los miembros de la organización tanto como aquellos encuentros con posibles inversores o con clientes finales. De ahí que el mobiliario de este espacio es importante para llegar a los acuerdos más eficaces, pues el nivel de confort con el que se cuente en una empresa puede depender altamente de estos elementos.
Por ello, a continuación queremos analizar cuáles son los muebles imprescindibles en toda oficina que se tercie. En algunas ocasiones podrán resultar recomendaciones obvias pero otros casos serán tremendamente útiles para tener en cuenta en este espacio. Comenzando por las mesas y las sillas de la oficina.
En este sentido, es importante seleccionar aquellas que resulten espacialmente diáfanas y que asimismo funcionen como muebles cómodos para los usuarios que en ella vayan a reunirse. Con respecto a sus materiales, se ha decantar por aquellos de mayor resistencia y duración.
Del mismo modo, es imprescindible contar con una iluminación adecuada en este espacio. Así, se debe analizar la condición de la luz natural con la que cuenta este espacio y añadir la luz artificial necesaria en aquellos espacios donde se van a situar los miembros de las reuniones, especialmente de manera vertical. Del mismo modo, a la iluminación puede añadirse complementos laterales, que funcionen para potenciar ciertos aspectos de la habitación.
Asimismo, en el caso de que se trate de un lugar que requiera de llevar a cabo tanto reuniones como encuentros con inversores o socios es importante que estos se sientan cómodos por lo que también es bueno contar con un minirefrigerador que permita enfriar botellas de agua u otro tipo de refrescos y ofrecérselos durante el encuentro.
Finalmente, toda oficina que cuente con una zona de reunión debe pensar en contar con un proyector o con una televisión en la que llevar a cabo presentaciones de documentos o preparativos de encuentros. Este objeto deberá contar con una pared específicamente destinada a esta función, por lo que se ha de reservar de cualquier otro tipo de objetos, tales como estantes o baldas.
