Qué diferencia hay entre la serigrafía y la tampografía?

El mercado actual hace que sea necesario darse a conocer para destacar dentro de la enorme competencia. Puede sonar fácil, pero todo aquel empresario que regente un negocio sabe que no lo es. Hay un duro trabajo a nivel de marca, de imagen, de producto, de servicio… la serigrafía juega un papel destacado para llevar a cabo este objetivo, y en este artículo se va a hablar de ella y a clarificar la diferencia entre serigrafía y tampografía dos sistemas de impresión utilizados para promocionar eventos, marcas, productos o servicios de forma impresa

¿Cómo se distingue una empresa de la competencia? Aportando valores distintivos a sus competidores, aportando soluciones diferentes y válidas con servicios de calidad u ofreciendo el producto que se necesita justo en el momento preciso. Esto que puede parecer sencillo, en teoría, en realidad es bastante complejo de llevar a la práctica.

Reconocimiento de producto que se ofrece

Este artículo va a girar en torno a cómo hacer que un cliente reconozca, fácilmente y a primera vista, un producto de una marca determinada. En este sentido, el diseño del producto deberá asociarse completamente a la marca que lo crea y distribuye, llevando un logotipo o atributo asociado a la imagen corporativa.

Para conseguir un acabado de calidad en este diseño, que no pase desapercibido, se debe contar con una empresa referente en el sector de la serigrafía, como tintasgreis, que imprimirán lo que el cliente quiera y donde quiera de manera altamente eficaz gracias a la máquina de serigrafia profesional, especializada para cada tipo de trabajo, en la que son especialistas.

El logotipo de la empresa que comercializa el producto tiene que estar impreso, como norma general, en su envase. Para hacerlo, existen distintas técnicas de impresión, de entre las que destacan la serigrafía y la tampografía, dos procesos parecidos que, a veces, se confunden, pero que tienen grandes diferencias.

¿Qué diferencia hay entre tampografía y serigrafia?

Tanto la tampografía como la serigrafía utilizan tintas. Mientras que en la serigrafía se emplean pantallas con una trama de hilos en la tampografía se graba en una placa de hierro con el dibujo deseado y se utiliza también un tampón de goma, de ahí su nombre.

A continuación, se explican las dos técnicas con más detalle.

Serigrafía

Se trata de una técnica de impresión muy antigua (unos 3.000 años), que sigue muy vigente en el sector de las artes gráficas en general. A partir de principios del siglo XX, fue cuando consiguió una verdadera implantación, gracias al avance en las técnicas fotográficas y productos químicos que hacían que el proceso comenzase a ser más sencillo.

Las máquinas y herramientas que se utilizan para este trabajo son planas y se basan en una malla tensa de hilos que recoge la tinta y la transfieren sobre el objeto en el que se desea imprimir. El tamaño del diseño será el que determine las dimensiones de la pantalla que se ha de emplear y el tipo de diseño la malla o tela a utilizar.

Aunque son piezas planas, son flexibles y se adaptan a la forma del objeto, pero no se puede comparar con la flexibilidad que se consigue con el tampón de silicona usado en la técnica de la tampografía.

Tampografía

La tampografía es una técnica de estampación en la que se utiliza una almohadilla flexible, un tampón de silicona, que recoge de una placa metálica la tinta que cubre la imagen grabada. Después, la transfiere al objeto donde se desea colocar la impresión.

Esta una buena alternativa a la serigrafía cuando la superficie del producto no permite utilizar esta técnica por la limitación que ofrecen las piezas planas que intervienen en ella. La tampografía es ideal para objetos pequeños, puesto que permite conseguir mejores resultados en los detalles minúsculos. Así mismo, permite la impresión a dos colores en una sola operación. Respecto a las tintas, se utilizan las mismas que en la técnica de la serigrafía, aunque su densidad de impresión es menor.

Se trata de un sistema de marcado indirecto, que realiza la transferencia de tinta mediante un tampón de silicona o caucho. Es la técnica más recomendable cuando se han de realizar impresiones sobre piezas con deformaciones (formas curvas o rugosas), en las que se precisa bastante definición.

El método consiste en poner la tinta en el clisé, que es el hueco grabado hecho en una chapa de acero, que es barrido por la racla, (fleje de acero muy fino) y deja solo tinta dentro del relieve o del hueco grabado.

El tampón recoge la tinta que quedó en el huecograbado y la aplica sobre el objeto a estampar. El sistema permite imprimir pequeños caracteres y trazos finos con gran precisión, incluso utilizando varios colores y logrando imprimir fotocromía, es decir, la impresión de una fotografía a color. Esta alta precisión logra hace que el resultado sea altamente fiel al diseño original.