¿Qué tienen en común una impresora una cafetera y una webcam? ¡tómate un café y lee!

Para muchos es imprescindible tomar un café por la mañana para empezar a activarse y afrontar los retos del día a día. A veces parece que solo con su agradable aroma ya nos mejora el humor y empezamos a espabilarnos. Pero… ¿sabías que existe un despertador que te despierta con olor a café? Este invento sustituye el, normalmente, horrible ruido de la alarma del despertador por un delicioso aroma a café. En realidad, podemos incluso elegir entre varias fragancias como: croissant, mar, hierba, chocolate y menta, entre otros. Si te preguntas si con solamente oler algo podrías despertarte, los expertos aseguran que el sueño es sentible a tres variables: la luz, el sonido y los olores. Así pues, ¿por qué no probar a despertarnos de forma más agradable?

Si esto te ha olido a poco, ¿qué te parecería despertarte y tener ya el café preparado? ¿Y si además no tuvieras ni que levantarte de la cama para tomártelo? ¡Pues esto también existe ya!

Cómo puedes ver en la imagen, se trata de un despertador habitual con un sistema en la parte superior que preparara el café cuando suene la alarma. Eso sí, tendríamos que acordarnos la noche anterior de dejar todo preparado para que a la mañana siguiente el aparato funcione y podamos disfrutar de un delicioso café recién hecho.

 

Pero la cosa no queda aquí, y es que el café, descubierto hace más de siete siglos, ha inspirado más de un avance tecnológico como la impresora de inyección de tinta. Y es que fue uno de los ingenieros de HP que tomándose un café se fijó en que la cafetera eléctrica era capaz de generar café sin necesidad de disponer de partes móviles y empezó a investigar el mecanismo que permitía eso para posteriormente extrapolarlo a la impresión. Así, inició la investigación para ver si era posible utilizar el calor para transmitir la tinta al papel, culminando con el lanzamiento al mercado en 1984 de la primera impresora de inyección de tinta: la HP Thinkjet. Esta nueva tecnología, empezó a sustituir a las impresoras matriciales que eran las impresoras que en esas fechas prácticamente monopolizaban el mercado.

La inyección de tinta supuso un punto de inflexión en el mundo de la impresión, ya que se trataba de equipos muchísimo más silenciosos y que además ofrecían una calidad de impresión muy superior.

 

Si esta anécdota de la invención de la impresora de inyección de tinta te ha llamado la atención, la de la invención de la cámara web o webcam te va a sorprender aún más.

Y es que, fueron otros dos amantes del café, Quentin Stafford-Fraser y Paul Jardetzky los cuales trabajaban en el departamento de Informática de la Universidad de Cambridge quienes desarrollaron este periférico.

Imagina que cada vez que quieres tomar un café tienes que bajar tres plantas y que después de este paseo, además, ¡te encuentras con la cafetera vacía! Tengamos en cuenta que la norma era que quien terminaba la cafetera tenía la obligación de rellenarla.

 

Hartos de esta situación, los científicos decidieron instalar una pequeña cámara que enfocaba directamente a la cafetera y que tomaba imágenes tres veces por minuto con una resolución de 128 x 128 píxeles. Además, diseñaron un programa que les permitía ver las imágenes del estado de la cafetera desde su despacho. Así, sin necesidad de moverse de su lugar de trabajo, podían saber en qué estado se encontraba la cafetera y en función de eso, decidir cuál era el momento idóneo para bajar a prepararse un café (y de paso pillar in fraganti a quién dejaba la cafetera vacía).

Pero aquí no acaba la historia, ya que dos años después, en 1993, la cámara de vigilancia del café dio el salto a internet cuando el Dr. Martyn Johnson inició la transmisión de las imágenes de la cafetera, convirtiéndose así en las primeras imágenes en transmitirse a través de Internet y, ¡ojo al dato!, esta transmisión se prolongó durante 10 años. Esto supuso un fenómeno mundial convirtiéndose en un icono de los primeros años de internet.

 

Ten siempre a mano papel y lápiz, porque el día menos pensado mientras te tomas tranquilamente un café puedes tener tú también una genial idea y desarrollar un nuevo invento.

 

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