Si nuestra jornada laboral es de 8 horas, y calculamos más o menos cuantas horas pasamos al año en nuestro lugar de trabajo, salen unas 2016 aproximadamente.
Eso lo resumimos en qué pasamos muchas horas en nuestro lugar de trabajo, al menos el suficiente para intentar que nuestro comportamiento no moleste a nuestros compañeros, ni el suyo nos moleste a nosotros.
A continuación os paso unas pautas para tener una convivencia tranquila:
- Siéntate de una manera apropiada
Nuestra posición física puede decir mucho de nosotros, y sobre todo, malo. Es normal que a determinadas horas nos relajemos, pero estar recostado sobre la silla con las manos detrás de la cabeza quizá no parezca la posición más adecuada. Igualmente recuerda que con una postura incorrecta podrías sufrir problemas de espalda.
- Habla alto, pero no grites
Expresarse en un volumen adecuado es parte también de las normas de etiqueta, tanto en un sentido como en otro: hablar para el cuello de la propia camisa nos puede poner nerviosos ya que tenemos que pedir constantemente a la otra persona que eleve su tono y a veces ni siquiera podemos entender exactamente qué nos quiere decir nuestro compañero. Y si gritas, las personas de alrededor también se pondrán nerviosas porque se desconcentran de lo que están realizando o si están en una llamada telefónica no entenderán bien a la persona con la que están tratando.
- No interrumpas constantemente
Es normal que queramos comentar algo con nuestro compañero, pero también debemos tener presente que interrumpir constantemente al mismo puede sacarle de quicio.
- Respeta la privacidad de tus compañeros
Normalmente solemos pasar bastante tiempo con nuestros compañeros, debemos tener cuidado con las confianzas, ya que puede ser que les moleste. Por lo que debemos vigilar nuestro comportamiento. En algún momento no supondrá ningún problema, pero quizás, no debamos poner la oreja cuando nuestros compañeros hablan por teléfono o mirar directamente a la pantalla de su ordenador cuando pasamos a su lado, probablemente nos estemos metiendo donde no nos llaman.
- Mantén tu lugar de trabajo ordenado
En una oficina, cada trabajador tiene asignado un espacio. Desparramar tus posesiones por la mesa no sólo puede causar fastidio a los que nos rodean, sino también jugar en tu contra cuando pretendas buscar algo entre las toneladas de papel usado que reposa en el escritorio o cuando tu superior compruebe que, lamentablemente, te gusta vivir en una pocilga.
- Pide permiso antes de coger algo
“¿Me dejas las tijeras, por favor?” puede ser una frase que no sólo te otorgue unas tijeras en un momento determinado, sino que también te ayudará a que tus compañeros te presten objetos cuando los necesites. Si cogemos las cosas sin permiso, o no las devolvemos, nuestros compañeros no se fiarán de nosotros. Sobre todo cuando nuestro compañero se vuelva loco buscando esas tijeras que casualmente reposan en tu cajón.
- Si vas a hablar con alguien, reúnete en privado
Cada trabajo tienes sus peculiaridades, pero por lo general, una conversación larga y ruidosa al lado del trabajador puede resultar irritante, sobre todo si se ha de atender al teléfono o mantener la concentración. Si la conversación se va a prolongar, busca otro sitio mejor.
- Ten cuidado con lo que comes
Las reglas de etiqueta señalan que tomarse un café o un refresco está ampliamente aceptado, pero si pretendemos portar otro alimento al escritorio, quizá debamos preguntarnos antes si su olor puede resultar molesto a las personas que nos rodean o contribuir a llenarlo todo de migas.
Espero que con estas pautas mantengáis la paz en la oficina 🙂
jjjajaja que porqueria