Ergonomía

Ergonomía: ciencia que promueve el bienestar y la salud laboral

Hablar de ergonomía es hablar de comodidad, seguridad y adaptación. Así lo concibe la Asociación Española de Ergonomía, quien precisa que se trata de un conjunto multidisciplinario de conocimientos que se aplican para adecuar productos, sistemas y entornos artificiales a las diferentes necesidades, limitaciones y características de los usuarios.

El fin ulterior es optimizar la eficacia, seguridad y bienestar de cierto mobiliario, herramientas o productos, para que los empleados no se topen o enfrenten a algún tipo de limitación física o mental durante el ejercicio de sus funciones, o durante el desarrollo de sus actividades.

De allí que todas y cada una de las piezas de trabajo que se diseñan atendiendo al principio ergonómico toman en cuenta quiénes serán los individuos que las utilizarán en el futuro.

Resalta que el Consejo de la Asociación Internacional de Ergonomía es el encargado de agrupar a escala universal a todas las sociedades científicas que se esfuerzan por “optimizar el bienestar humano” y todo aquello relacionado con el desempeño del sistema.

Etimología de la ergonomía

Los fundamentos de esta ciencia se remontan a la cultura de la Antigua Grecia, pues la mayoría de los hallazgos o evidencias aluden a que la civilización griega del siglo V a.C. utilizó los principios básicos de la ergonomía para diseñar herramientas en sus espacios de trabajo.

El término ergonomía se deriva del griego “ergon” que significa trabajo y del “nomos” cuya traducción es “ley”. Teóricamente denota con precisión la ciencia del trabajo y se ha convertido en una disciplina tan sistemática que ya es común aplicarla a todas las aristas de la actividad humana y su interacción con las máquinas.

Importancia de la ergonomía

En la actualidad es sumamente importante que los trabajadores se sientan a gusto en los espacios en donde pasan la mayor parte de su día: en sus oficinas.

Es por ello que cada vez más y más empresas se esfuerzan por diseñar y lanzar al mercado muebles, artefactos y afines que les ofrezcan seguridad, confort y estabilidad. De modo que el mayor reto es garantizarles calidad de vida laboral mediante la disposición y uso de productos que no representen un riesgo para su salud.

Si esto se logra es muy probable que se incrementen sus niveles de participación en las dinámicas de su entorno, que se potencie su autonomía y que su desarrollo personal y profesional escale al máximo.

La ergonomía de un producto parte por el diseño del mismo y atiende a su usabilidad; es decir, que sea fácil y seguro de manipular por el ser humano. Cuando este cumple con los principios ergonómicos mundialmente conocidos se evidencian los siguientes beneficios:

  • Su mantenimiento es sencillo

Esto se traduce en que el producto es fácil de limpiar ya que ha sido minuciosamente diseñado para evitar la acumulación de polvo o suciedad, a la par de que se reducen las partes con fricción y se mejora su lubricación.

  • Reducción de los factores de riesgo

Algunos ejemplos de productos ergonómicos recomendados para la oficina son los teclados que reducen la tensión en las manos y muñecas, un ratón vertical para evitar el riesgo de sufrir síndrome de túnel carpiano, o artritis, un stand para la laptop que la eleve al nivel del ojo y así no sea necesario encorvarse o doblar el cuello incorrectamente, y muchos más.

Lo cierto es que hoy en día el mercado está inundado de productos de este tipo que deben ser aprovechados e incorporados de inmediato a los lugares de trabajo para maximizar el rendimiento de los empleados y preservar su buen estado físico y mental.

  • Son de fácil adaptación

La mayoría de ellos no ameritan una capacitación previa para ser usados. Su adaptación es casi intuitiva y esto sin duda disminuye la curva de aprendizaje; y por ende se demandan pocas o nulas habilidades previas del usuario.

Con el estudio de los diversos factores ergonómicos en los productos se busca fabricar o adaptar aquellos que son de uso regular o cotidiano a las características de las personas que los usarán.

Para ello se deben poner en práctica diferentes técnicas durante las fases de planificación, diseño y evaluación como análisis funcionales o biomecánicos, ergonomía cognitiva –la cual se abordará más adelante en esta nota-, y más.

En esencia, es válido destacar que ningún producto es ergonómico por sí mismo, pues esto depende enteramente de su interacción con las personas.

Clasificación de la ergonomía

De acuerdo a la Asociación Española de Ergonomía, esta ciencia se clasifica en:

  1. Ergonomía cognitiva

La ergonomía atiende a una triada perfecta: humano-máquina-ambiente y en ella precisamente se enfoca la ergonomía cognitiva o cognoscitiva. En teoría se enfoca en cómo y en qué medida los procesos mentales como la memoria, percepción, razonamiento y respuesta motora afectan la interacción entre las personas y otros elementos del sistema.

Por ejemplo, algunos temas que la atañen son la toma de decisiones, carga de trabajo mental, la interacción entre el hombre y el computador, el estrés laboral, la capacitación y el entrenamiento.

  1. Ergonomía postural

La ergonomía e higiene postural tienen como meta principal prevenir o mejorar las lesiones músculo-esqueléticas que puedan haberse originado en el ser humano a raíz de la adopción repetitiva de posturas estáticas, movimientos bruscos, incorrectos, continuos o a causa de sobrecargas musculares.

Lo ideal es educar a los empleados y alentarlos a tomar conciencia de la postura que adoptan durante la realización de su faena diaria en la oficina, y este proceso educativo parte por enseñarles que esta es la manera de sostener al cuerpo al estar sentados, de pie, acostados o en movimiento.

La ergonomía postural cobra una especial relevancia en la actualidad pues hay muy poco conocimiento sobre ella a nivel organizacional, y por ello es tan frecuente que los empleados se ausenten de sus puestos de trabajo, y tengan que ir a la clínica de fisioterapia, por lesiones como dolores de cuello o espalda, muñecas, articulaciones, cabeza y más.

Entonces lo ideal es que sean reeducados sobre la postura correcta que deben adoptar durante la realización de todas sus actividades rutinarias, y lógicamente esto va acompañado con la ruptura de viejos y malos hábitos posturales.

Al saber cuál es la posición idónea para proteger o reequilibrar el sistema músculo-esquelético es más probable que las personas eviten jorobarse, sostener el teléfono con su cuello, sentarse a una altura indebida en relación al escritorio o el ordenador, teclear a una distancia desproporcionada y pare usted de contar.

¿Cómo sentarse correctamente en el trabajo?

La postura apropiada para sentarse en el trabajo es aquella en la que el cuerpo se mantiene erguido, los pies tocan el suelo y la columna está apoyada en la parte posterior de la silla.

Además, los codos deben estar descansados contra el cuerpo y cuando se use una PC las muñecas deben estar rectas en todo momento, en lugar de permanecer inclinadas bien sea hacia arriba o hacia abajo.

Destaca que el monitor debe estar al mismo nivel de los ojos, y en cuanto a los materiales complementarios que se usan durante la jornada laboral como agendas, lápices, carpetas o archivadores, pues estos deben ser fáciles de alcanzar, lo cual significa que no debe haber necesidad de inclinarse para tomarlos.

Adoptar esta postura reduce las probabilidades de desarrollar síndrome de túnel carpiano, el cual ocurre cuando el nervio mediano se comprime dentro del túnel carpiano –en la muñeca-, e inclusive el padecer de dolor en la espalda baja.

  1. Ergonomía ambiental

Es una rama de la ergonomía que se especializa en el estudio de algunos factores ambientales y físicos que forman el entorno del sistema por el cual se rigen las personas o los miembros de los equipos de trabajo.

Tiene una estrecha vinculación con la seguridad, comodidad y eficiencia que experimentan las personas al habitar o convivir en determinados ambientes visuales, térmicos, acústicos, mecánicos, electromagnéticos y de distribución del puesto de trabajo.

En palabras más sencillas, trata de abordar los factores ambientales que pueden incidir en la efectividad y el rendimiento de los empleados, tales como:

  • El ambiente visual

La iluminación en el área de trabajo debe ser óptima si quiere maximizarse la efectividad del trabajador.

Es por ello que se estudian variables del puesto de trabajo como el tamaño, color, reflexión lumínica, contraste, así como variables de percepción visual como la edad, condiciones oculares, profundidad de campo, o variables de iluminación per se, como la distribución de la luz, definición de colores o deslumbramientos.

  • El ambiente acústico

Acá entra en juego la ergoacústica, que no es más que el estudio del ruido al ser considerado un elemento capaz de distorsionar la productividad del trabajador, al punto de que interfiere en sus actividades y desempeño.

¿Cómo? Pues a través de interferencias comunicativas entre iguales –hombre-hombre-, o entre los estímulos y señales sonoras que conforman el sistema hombre-máquina.

  • Condiciones ambientales

Deben tomarse en cuenta y analizarse ciertas condiciones ambientales como la temperatura del aire, la humedad y la velocidad del aire.

El método LEST estipula que las condiciones ambientales ideales en un trabajo que demanda que la persona esté sentada atienden a una temperatura óptima de entre 18 y 24 grados, a una humedad de entre 40% y 70% y a una velocidad del aire de 0,1 m/s.

  1. Ergonomía geométrica

De acuerdo a la IMF Business School la ergonomía geométrica se avoca a estudiar las relaciones entre los seres humanos y las condiciones geométricas presentes en la oficina.

Es muy valiosa al momento de diseñar correctamente el puesto de trabajo puesto que toma en consideración sus dimensiones, espacios reservados para las piernas, altura del plano de trabajo y más.

¿Pero de qué va todo en realidad? Palabras más, palabras menos, esto consiste en el estudio de la persona en su entorno laboral, con la particularidad de que se le presta una atención especial a las características y dimensiones del puesto, a las posturas y por supuesto, a los esfuerzos que realiza el trabajador durante el ejercicio de sus funciones.

Esto amerita que se evalúe su bienestar al estar de pie o sentado, y en función del mobiliario y del uso de sus objetos o herramientas de trabajo. Aunque lo dinámico también se evalúa: cuando la persona está en movimiento o haciendo esfuerzo físico.

Todo esto atiende a un propósito mayor: que el puesto de trabajo se adapte satisfactoriamente a las características del empleado. Hasta ahora se ha determinado que los factores que influyen en esta rama son:

  • Mandos y señales

  • Máquinas y herramientas

Ambos deben evitar la adopción de posturas forzadas o la realización de esfuerzos para disminuir errores en su manejo o utilización, y para evitar fatigas físicas y mentales en el empleado.

Riesgos ergonómicos en el trabajo

Diversos estudios han arrojado que los principales factores de riesgos ergonómicos en los puestos de trabajo son:

  • Factores biomecánicos: estos contemplan elementos como:

  1. La postura

El mantener una postura forzada puede ocasionar desviaciones, movimientos rotativos perjudiciales y lesiones en uno o varios miembros del cuerpo humano.

  1. La fuerza

La aplicación de fuerza excesiva al manipular herramientas u objetos laborales también tiene mucho que ver en el origen de lesiones musculares o tendinosas en los empleados.

  1. La repetitividad

Por lo general cuando el trabajador está forzado a cumplir con jornadas cortas y repetitivas es muy factible que ejecute movimientos rápidos o bruscos y de forma frecuente que deriven en dolencias físicas.

  • Factores psicosociales

La ejecución de faenas tediosas, monótonas y descontroladas, así como el mantener malas relaciones sociales en el área de trabajo, o el estar presionado por los tiempos de entrega o cumplimiento, también inciden negativamente en el desempeño y rendimiento de quienes integran la nómina.

En síntesis, si no se respetan los principios ergonómicos es posible que se presenten riesgos derivados de:

  • Posturas incorrectas o forzadas

  • La realización de movimientos repetitivos

  • La exposición continuada a vibraciones

  • El uso excesivo de la fuerza

  • Características ambientales del puesto de trabajo como ruido, calor, humedad, iluminación y otros.

  • Trastornos o afecciones musculo esqueléticas como dolores en la espalda, lesiones en las manos, inflamaciones de los tendones y más. Estos involucran una serie de síntomas que afectan las muñecas, codos, espalda, nuca, huesos, músculos, nervios o articulaciones.

Factores de riesgo en el trabajo de oficina

Dado que las actividades o tareas que deben desarrollar los empleados de una oficina son más que todo administrativas, se ha estipulado que los mayores factores de riesgo en esta área son de tipo ergonómico y psicosocial.

En este sentido los empleados pueden sufrir:

  • Caídas, contusiones o choques: a raíz de las tareas de limpieza y orden ejecutadas incorrectamente.

  • Cortes: mediante la manipulación de objetos filosos o cortantes como tijeras, guillotinas o afines.

  • Contactos eléctricos: al desconectar algún equipo descuidadamente o al entrar en contacto con superficies mojadas

  • Quemaduras o inhalación de humo: producto de algún incendio

  • Malas posturas: al sentarse como no es debido adoptan una posición del cuello, cabeza, brazos y muñecas que derivan en lesiones a mediano o largo plazo.

Algunas de las recomendaciones generales para evitar padecimientos físicos en la oficina comprenden las siguientes:

  1. Procurar que la pantalla del ordenador se oriente o incline a favor del trabajador. Esto supone que pueda mantener su cabeza frente al equipo, sin olvidar que el monitor debe estar a la altura de los ojos. Para este fin puede usar brazos o soportes para monitores, puede ver los que nosotros vendemos aquí: brazos para monitores.

  1. Usar un teclado y un ratón que puedan inclinarse y que sean independientes de la pantalla.

  1. Usar un escritorio cómodo y espacioso. Los antebrazos y las muñecas deben apoyarse sobre este de forma confortable y segura.

  1. Los otros materiales de oficina que se usen con frecuencia deben estar a la mano y cerca del cuerpo.

  1. La silla de trabajo debe contar con un asiento regulable a la altura ideal del trabajador. Si al realizar este ajuste los pies no están apoyados en el suelo, entonces debe usarse un reposapiés.

  1. El teléfono no debe sostenerse entre el cuello y el hombro, lo ideal es que se sostenga en la oreja, sin doblar el cuello en ningún momento. Esto se puede conseguir fácilmente con dispositivos como los Plantronics.

Si se toman en cuenta estas consideraciones es muy factible que se eviten riesgos ergonómicos o enfermedades físicas en los trabajadores durante su desempeño laboral. Y esto sin duda aumenta los índices de productividad, comodidad, seguridad y confort.

Recuerda que la correcta interacción entre el hombre y el sistema propicia la satisfacción de las necesidades humanas y de esa forma todo funciona armónicamente.