Protectores de pantalla en la oficina, ¿realmente necesarios?

En una oficina pasamos muchas horas al día, la mayor parte de ellas trabajando delante de un ordenador. Esta actividad rutinaria provoca efectos inmediatos en nuestro cuerpo y comportamiento: rigidez de los huesos, dolor de espalda, vista cansada…y en el largo plazo, como es el caso de las lesiones de visión que se repiten entre muchos trabajadores.

En este sentido, uno de los campos que más afectan son los ojos, especialmente cuando en la oficina se reproducen distintos tipos de luz y los usuarios de ordenadores y otro tipo de pantallas han de hacer verdaderos esfuerzos para continuar la actividad normal de sus trabajos.

Es por ello que muchos especialistas recomiendan adquirir y colocar protectores de pantalla en los ordenadores, de modo que la exposición prolongada a estos aparatos genere el menor efecto posible. En esta línea, existen marcas fabricantes de ordenadores que ya se han puesto manos a la obra, sin embargo otras no, por lo que comprar un protector nunca viene mal.

Sin embargo, uno puede preguntarse, ¿estos aparatos son realmente beneficiosos para la salud visual o simplemente un adorno? Lo cierto es que son numerosas las ventajas que aportan a los usuarios los protectores de este tipo, comenzando porque son capaces de hacer disminuir los trastornos del sueño que se asocian a la exposición directa a las pantallas LED.

Del mismo modo, los protectores de pantalla protegen la retina del exceso de luz de onda corta, por lo que los riesgos oculares asociados al uso del ordenador en la oficina se ven aminorados.

Finalmente, otro de los beneficios de contar con este objeto en las pantallas de los ordenadores del lugar de trabajo es que son considerados, y calificados, como protectores que disminuyen tanto la fatiga visual como el picor de ojos, los dolores de cabeza y la sensación de ojos secos.